Para Miyazaki, inculcar el amor por la naturaleza a los niños es fundamental. Para él, conectar con la naturaleza es lo que puede salvarnos y hacernos libres, y los niños deben conocer esto. Los seres de la naturaleza, fantásticos o no, son los que nos pueden enseñar el camino de la libertad.
Totoro es justo lo que cualquier niño puede querer conocer. Es un monstruo, pero abrazable, un ser protector con un gran corazón; es amable. Además, no es una criatura dócil, no es peligrosa, pero tiene carácter. Ellas no se asustan con él, sino que se sienten seguras, protegidas.
Frase
“El espectador no está seguro de lo que es exactamente Totoro. Pero es lo que todo niño pequeño quiere cuando se enfrenta al mundo de los problemas de los adultos: un protector.”
Ser niños y la libertad. Los adultos se sienten niños con Mi vecino Totoro
El director y creador de la película, Hayao Miyazaki, nos quiere plantear la etapa de la niñez como un momento de total libertad. Las niñas aparecen como únicas conocedoras del mundo tal como es. Esto incluye la posibilidad de conocer todos los secretos de la realidad que los adultos no ven, representados en la película como espíritus y dioses. Ellas son capaces de ver a Totoro, pero también descubren a los duendes del polvo de la casa, Susuwatari, que significa, literalmente, ‘hollín errante’. Los Susuwataris son pequeños seres redondos, negros, hechos de hollín..
Sociable y extrovertido.
Tsukamori es el nombre del bosque donde los Totoros viven.
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